La mayoría de los días declarados “Día de …” están puestos en el calendario para resaltar algo que está constituyendo un problema, para reivindicar los derechos de algún sector de la sociedad o denunciar situaciones de injusticia. Están el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, el Día contra la Explotación Infantil, el Día de los Derechos Humanos, el Día Internacional de la Libertad de prensa, el Día Internacional de la mujer, etc., aparte de los “Día de …” de carácter comercial.
Lamentablemente por segundo año consecutivo celebramos, hoy 12 de abril, el Día de la Atención Primaria. Y digo lamentablemente porque es un Día para pocas celebraciones y mucho análisis: Porque la atención primaria sigue sin ser el eje vertebrador del Sistema Nacional de Salud (SNS), porque la reforma del modelo de Atención Primaria sigue en estado contemplativo, porque sigue sin existir un verdadero consenso interterritorial para que la equidad y la calidad primen sobre cualquier otra opción.
La Atención Primaria, mucho más en momentos de crisis economica, debería consolidarse como el eje vertebrador del SNS y mantener sus valores fundamentales, la accesibilidad, la equidad, la longitudinalidad, su papel de puerta de entrada en el sistema sanitario, la continuidad y la integralidad en el proceso asistencial, etc., para lo cual parecería necesario dejarse de palabras, declaraciones de intenciones, y pasar a la acción, a los hechos.
Muchos de los problemas de eficiencia identificados por expertos son claramente de priorización de la redistribución de la financiación del Sistema Sanitario y en consecuencia de la distribución de sus recursos humanos, tecnológicos, etc., y ya el pasado año, con motivo del Día de la Atención Primaria, se reivindicaba la necesidad de que a la Atención Primaria se le asignara el 25% del presupuesto destinado a sanidad.
Además, independientemente de lo anterior, parece necesario avanzar en estrategias para aumentar la orientación de los servicios sanitarios al ciudadano, a la participación de los profesionales, a la descentralización de la gestión clínica, a la utilización de los recursos en base a las evidencias científicas, a la búsqueda de la excelencia, y a mejorar la coordinación entre niveles asistenciales. En este contexto, mi felicitación a las personas que han hecho posible, que las numerosas organizaciones convocantes del Día de la Atención Primaria, hayan consensuado y recogido en el cartel, de forma concisa, con varios NO y varios SI, las reivindicaciones de este año.
En mi opinión no creo que tengamos que reinventar la polvora, ni tampoco nuevos modelos de gestión. El Modelo EFQM es la referencia europea para evaluar y mejorar cualquier tipo de organización. No procede aquí destacar las bondades del Modelo EFQM, pero si creo oportuno resaltar que el Modelo EFQM es simplemente una herramienta de gestión. Se necesita voluntad y personas que sean capaces de implantarlo y mantenerlo, y es hay donde esta la clave: ¿ Están nuestros gestores capacitados para liderar e implantar el modelo EFQM? ¿Estamos preparados los profesionales para trabajar con los paradigmas del Modelo EFQM? ¡Me gustaría pensar que si !, y quiero pensar que entre los cambios que se avecinan en la gestión del SNS la incorporación del Modelo EFQM sea un HECHO Y NO PALABRAS. En unos años estoy plenamente convencido que no encontraríamos en nuestros calendario el Día de la Atención Primaria. ¡Eso seria una buena señal!
Muchas gracias, Ricardo. No sólo por el ánimo a las organizaciones, pues sí que creo que es muy positivo que caminen (-emos) juntas, sino por contar con una opinión favorable a un recorrido y a una celebración que esperemos sea un paso más en defender y, sobre todo, promover JUNTOS la AP, desde todos los valores que encierra. Pero sobre todo, desde todas las personas que tiene la suerte de tener en su seno, como es tu caso.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Miguel Angel por tus palabras. Se ha notado un poco que eres amigo. Un abrazo
ResponderEliminar