La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno frecuente, infradiagnosticado y con gran impacto en salud pública. El médico de familia desempeña un papel clave en la detección precoz, el cribado mediante escalas validadas, la indicación de pruebas diagnósticas y la derivación racional a las unidades de sueño. Este artículo ofrece una revisión práctica y actualizada para Atención Primaria: manifestaciones clínicas, criterios de cribado, pruebas accesibles, criterios de derivación, manejo inicial y papel del médico de familia en la adherencia a la CPAP. Incluye cuestionario de autoevaluación al final del articulo.
Índice
1. Introducción
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es uno de los trastornos respiratorios del sueño más frecuentes y relevantes en la práctica clínica. Se caracteriza por episodios repetidos de obstrucción parcial o completa de la vía aérea superior durante el sueño, que condicionan hipoxemia intermitente, microdespertares y fragmentación del sueño .
Su prevalencia se estima en torno al 9-38% de la población adulta , con mayor frecuencia en varones, personas con obesidad y pacientes de edad avanzada. Sin embargo, se considera una enfermedad infradiagnosticada, ya que hasta un 80% de los casos moderados o graves pueden permanecer sin identificar.
Desde el punto de vista de salud pública, la AOS se asocia con un importante impacto clínico y socioeconómico : aumenta el riesgo de hipertensión arterial resistente, enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y accidentes de tráfico relacionados con la somnolencia. Todo ello la convierte en una prioridad para los sistemas sanitarios.
En este escenario, el médico de familia desempeña un papel clave. Su acceso privilegiado al paciente en el primer nivel asistencial permite:
Sospechar y detectar precozmente la AOS a través de síntomas cardinales como ronquido, pausas de apnea y somnolencia diurna excesiva.
Aplicar cuestionarios de cribado de manera sencilla en consulta.
Identificar factores de riesgo modificables (obesidad, consumo de alcohol, uso de sedantes).
Realizar una derivación racional al especialista, evitando tanto la sobrecarga innecesaria como el retraso diagnóstico.
De este modo, Atención Primaria se sitúa en el centro del circuito asistencial de la AOS, siendo decisiva para mejorar los resultados clínicos y la eficiencia en el uso de recursos sanitarios.
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2. Conceptos básicos de la apnea obstructiva del sueño
2.1 Definición y fisiopatología
La apnea obstructiva del sueño (AOS) se define como la presencia de episodios recurrentes de colapso parcial (hipopneas) o completo (apneas) de la vía aérea superior durante el sueño, con una duración ≥10 segundos y asociados a desaturación de oxígeno o microdespertares.
La fisiopatología se basa en una interacción entre factores anatómicos (estrechamiento de la vía aérea faríngea, hipertrofia amigdalar, macroglosia, obesidad central) y factores neuromusculares (disminución del tono dilatador faríngeo durante el sueño). El resultado es una obstrucción intermitente que provoca hipoxemia, hipercapnia y fragmentación del sueño .
2.2 Prevalencia
La AOS es altamente prevalente en la población general:
Adultos jóvenes (30-49 años): 9-25% en varones, 3-9% en mujeres.
Mayores de 60 años: hasta el 38% presenta algún grado de AOS.
La obesidad es el factor de riesgo más determinante: cada aumento del 10% en el IMC puede incrementar hasta un 30% el riesgo de AOS.
En España, estudios epidemiológicos sitúan la prevalencia de AOS moderada-grave en torno al 10-12% de la población adulta , probablemente infraestimada por el infradiagnóstico.
2.3 Factores de riesgo
Los principales factores asociados al desarrollo de AOS incluyen:
Obesidad y circunferencia cervical aumentada.
Sexo masculino y edad avanzada.
Consumo de alcohol y sedantes.
Tabaquismo.
Alteraciones craneofaciales (retrognatia, micrognatia, hipertrofia amigdalar).
Historia familiar de AOS.
2.4 Clasificación según gravedad
La gravedad se establece mediante el índice de apnea-hipopnea (IAH) , definido como el número de eventos respiratorios por hora de sueño:
Leve: 5–14 eventos/hora
Moderada: 15–29 eventos/hora
Grave: ≥30 eventos/hora
Factores de riesgo y clasificación de gravedad en apnea obstructiva del sueño (AOS)
Factores de riesgo
Clasificación de gravedad (IAH)
• Obesidad (IMC elevado, ↑ circunferencia cervical)
• Sexo masculino
• Edad avanzada
• Consumo de alcohol y fármacos sedantes
• Tabaquismo
• Alteraciones craneofaciales (retrognatia, hipertrofia amigdalar)
• Historia familiar de AOS
Leve: 5–14 eventos/hora
Moderada: 15–29 eventos/hora
Grave: ≥30 eventos/hora
Abreviaturas: AOS: apnea obstructiva del sueño; IMC: índice de masa corporal; IAH: índice de apnea-hipopnea.
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3. Manifestaciones clínicas y sospecha en Atención Primaria
La apnea obstructiva del sueño (AOS) puede presentar un espectro clínico muy amplio, desde pacientes con síntomas leves hasta cuadros graves con repercusión cardiovascular y neurocognitiva. En Atención Primaria, la sospecha clínica es el primer paso para evitar el infradiagnóstico.
3.1 Síntomas cardinales
Ronquido habitual: fuerte, intermitente y referido por la pareja o convivientes.
Pausas de apnea observadas: durante el sueño, a menudo interrumpidas por jadeos o sensación de atragantamiento.
Somnolencia diurna excesiva: tendencia a quedarse dormido en situaciones inadecuadas (conducción, trabajo, lectura).
3.2 Síntomas y signos asociados
Sueño no reparador, despertares frecuentes.
Cefalea matutina.
Dificultades de concentración, pérdida de memoria, irritabilidad.
Disfunción eréctil.
Hipertensión arterial, especialmente si es resistente al tratamiento.
Obesidad central, cuello corto y ancho.
3.3 Escalas y cuestionarios útiles en consulta
En Atención Primaria, diversas herramientas permiten cuantificar la probabilidad de AOS de manera rápida:
Escala de somnolencia de Epworth : valora la probabilidad de dormirse en 8 situaciones cotidianas. Una puntuación ≥10 sugiere somnolencia excesiva.
STOP-BANG : cuestionario de cribado que incluye ronquido, cansancio, apneas observadas, hipertensión, IMC, edad, circunferencia cervical y sexo masculino. Un puntaje ≥3 indica alto riesgo de AOS.
Berlin Questionnaire: menos usado, pero útil en estudios poblacionales.
Cuestionarios de cribado en apnea obstructiva del sueño (AOS)
Cuestionario
Ítems principales
Punto de corte
Epworth Sleepiness Scale (ESS)
Probabilidad de quedarse dormido en 8 situaciones cotidianas:
- Sentado leyendo
- Viendo la TV
- Sentado inactivo en un lugar público
- Pasajero en coche >1 hora
- Descansando por la tarde
- Conversando
- Sentado tranquilo tras comer sin alcohol
- Conduciendo en tráfico intenso
≥10 puntos: somnolencia excesiva
STOP-BANG
8 ítems:
- S noring (ronquido fuerte)
- T iredness (cansancio diurno)
- O bserved apneas
- P ressure (HTA)
- B ody mass index >35 kg/m²
- A ge ≥50 años
- N eck circumference >40 cm
- G enero masculino
≥3 puntos: alto riesgo de AOS
Abreviaturas: AOS: apnea obstructiva del sueño; ESS: Epworth Sleepiness Scale; STOP-BANG: cuestionario de cribado (Snoring, Tiredness, Observed apneas, Pressure, BMI, Age, Neck, Gender); HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa corporal.
3.4 Perfil típico de sospecha en AP
El médico de familia debe pensar en AOS ante un paciente con:
Ronquido crónico y pausas de apnea observadas.
Somnolencia diurna invalidante.
Factores de riesgo (obesidad, hipertensión resistente, sexo masculino).
Antecedentes de accidentes de tráfico relacionados con somnolencia.
La identificación de este perfil permite orientar el cribado y decidir si se justifica la derivación temprana a una unidad de sueño.
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4. Cribado en Atención Primaria
El cribado de la apnea obstructiva del sueño (AOS) en Atención Primaria tiene como objetivo identificar a los pacientes con alta probabilidad de enfermedad moderada-grave , que son los que más se benefician del tratamiento y la derivación precoz.
4.1 ¿A quién cribar?
El cribado no está indicado en población general asintomática, pero sí debe plantearse en los siguientes grupos:
Pacientes con síntomas cardinales : ronquido crónico, apneas presenciadas y somnolencia diurna excesiva.
Pacientes con hipertensión arterial resistente , fibrilación auricular, insuficiencia cardiaca o ictus.
Pacientes con obesidad (IMC ≥30 kg/m²) , especialmente si existe síndrome metabólico.
Conductores profesionales o con antecedentes de accidentes de tráfico relacionados con somnolencia .
4.2 Herramientas de cribado en consulta
Cuestionarios validados (Epworth, STOP-BANG) → fáciles de aplicar, aumentan la sospecha clínica.
Exploración física: medida de circunferencia cervical, índice de masa corporal, tensión arterial.
Historia clínica dirigida: consumo de alcohol, uso de sedantes, patrón de sueño, antecedentes familiares.
4.3 Limitaciones del cribado en AP
El diagnóstico definitivo requiere estudios de sueño (polisomnografía o poligrafía respiratoria).
Los cuestionarios tienen alto valor predictivo negativo (descartan bajo riesgo), pero menor precisión para confirmar la enfermedad.
Existe riesgo de sobrediagnóstico si se aplican indiscriminadamente en población de bajo riesgo.
4.4 Valor añadido del cribado en AP
El médico de familia puede:
Seleccionar adecuadamente a los pacientes que precisan derivación.
Evitar la sobrecarga innecesaria de las unidades de sueño.
Integrar el cribado de AOS dentro de la valoración de riesgo cardiovascular global.
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5. Pruebas diagnósticas y su accesibilidad desde AP
El diagnóstico definitivo de la apnea obstructiva del sueño (AOS) requiere estudios de sueño . El médico de familia no suele tener acceso directo a todas las técnicas, pero debe conocer sus características para orientar la derivación de manera adecuada.
5.1 Polisomnografía (PSG)
Estándar de oro para el diagnóstico de AOS. La polisomnografía se realiza en un laboratorio del sueño durante la noche, donde un técnico coloca electrodos y sensores en la cabeza, cara, pecho y extremidades para monitorizar la actividad cerebral, cardíaca, respiratoria y los movimientos corporales. El paciente duerme mientras un técnico evalúa y graba la sesión desde otra habitación, y por la mañana se retiran los sensores y el paciente puede retomar sus actividades normales.
Registra múltiples variables: flujo aéreo, movimientos torácicos y abdominales, saturación de oxígeno, electrooencefalograma (EEG), Electrooculorama (EOG), electromiograma (EMG) y fases de sueño.
Permite calcular el índice de apnea-hipopnea (IAH) y valorar la arquitectura del sueño.
Indicada en sospecha de otros trastornos del sueño o cuando existen comorbilidades significativas (EPOC grave, insuficiencia cardiaca, enfermedad neuromuscular).
5.2 Poligrafía respiratoria (PR) domiciliaria
Este método es una alternativa sencilla y cómoda a la polisomnografía que se realiza en casa. El paciente se coloca sensores en el cuerpo antes de dormir, que miden variables respiratorias y cardíacas. Registra flujo aéreo, esfuerzo respiratorio, saturación de oxígeno y frecuencia cardiaca, pero no mide fases de sueño .
Calcula el índice de eventos respiratorios (IER o REI) , que puede infraestimar la gravedad respecto a la PSG.
Recomendada como prueba inicial en pacientes con alta probabilidad de AOS moderada-grave y sin comorbilidades relevantes.
Más accesible, menos costosa y de mayor comodidad para el paciente.
5.3 Oximetría nocturna
Mide únicamente la saturación de oxígeno durante el sueño.
Puede detectar desaturaciones recurrentes compatibles con AOS , pero no diferencia apneas de otras causas de hipoxemia .
Se limita a una función de preselección en contextos con escasa disponibilidad de recursos diagnósticos.
5.4 Accesibilidad desde Atención Primaria
En España, la PR domiciliaria es la técnica más accesible a través de las unidades de sueño hospitalarias.
La PSG suele reservarse a pacientes con sospecha compleja o cuando la PR es no concluyente.
En algunos centros de salud se dispone de oxímetros portátiles para cribado inicial, aunque no sustituyen a las pruebas de referencia.
Pruebas diagnósticas en apnea obstructiva del sueño (AOS): comparación práctica
Prueba
Variables
Ventajas
Limitaciones / Indicaciones
Polisomnografía (PSG)
Flujo aéreo, esfuerzo, O₂, EEG, EOG, EMG, fases de sueño
Estándar de oro, alta precisión, evalúa arquitectura del sueño
Costosa, requiere laboratorio, indicada en casos complejos o comorbilidad significativa
Poligrafía respiratoria (PR)
Flujo aéreo, esfuerzo respiratorio, O₂, frecuencia cardiaca
Domiciliaria, accesible, cómoda, menos costosa
No mide fases de sueño, puede infraestimar gravedad, indicada en sospecha clara de AOS moderada-grave sin comorbilidades
Oximetría nocturna
Saturación O₂, frecuencia cardiaca
Simple, barata, fácil disponibilidad
No específica, solo orientativa, útil como preselección
Abreviaturas: PSG: polisomnografía; PR: poligrafía respiratoria; EEG: electroencefalograma; EOG: electrooculograma; EMG: electromiograma; O₂: oxígeno.
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6. Criterios de derivación
La derivación desde Atención Primaria a una unidad de sueño o a Neumología/Otorrinolaringología debe realizarse de manera racional y estructurada , priorizando a los pacientes con mayor riesgo y evitando derivaciones innecesarias.
6.1 Derivación prioritaria (preferente)
Somnolencia diurna grave con riesgo de accidentes laborales o de tráfico.
Hipertensión arterial resistente al tratamiento.
Enfermedad cardiovascular asociada (fibrilación auricular, insuficiencia cardiaca, ictus).
Comorbilidades respiratorias graves (EPOC moderada-grave, insuficiencia respiratoria crónica).
Pacientes con profesiones de riesgo (conductores profesionales, pilotos, maquinaria pesada).
6.2 Derivación programada (no urgente)
Pacientes con síntomas cardinales de AOS (ronquido, apneas observadas, somnolencia) de intensidad moderada.
Pacientes con STOP-BANG ≥3 o Epworth ≥10 , sin criterios de derivación preferente.
Pacientes con obesidad (IMC ≥30 kg/m²) y factores de riesgo cardiovascular añadidos.
Sospecha de AOS en contexto de síndrome metabólico, diabetes tipo 2 mal controlada, HTA resistente.
6.3 Seguimiento en Atención Primaria (sin derivación inicial)
En determinados casos, el médico de familia puede optar por seguimiento clínico en consulta antes de derivar:
Pacientes con síntomas leves y sin comorbilidades.
Escala de Epworth <10 y STOP-BANG <3.
Ausencia de repercusión cardiovascular o metabólica.
En estos casos, es razonable recomendar medidas higiénico-dietéticas , revaluar periódicamente la evolución clínica y derivar si los síntomas progresan o aparece comorbilidad asociada.
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7. Manejo inicial en Atención Primaria
El médico de familia no solo debe sospechar y derivar a los pacientes con apnea obstructiva del sueño (AOS), sino también iniciar un manejo básico que puede mejorar la evolución clínica y optimizar la adherencia futura al tratamiento.
7.1 Educación sanitaria
Es fundamental explicar al paciente qué es la AOS, sus riesgos y los beneficios del tratamiento. Una adecuada información inicial incrementa la motivación y favorece la adherencia posterior a terapias como la CPAP.
7.2 Medidas higiénico-dietéticas
Pérdida de peso: incluso una reducción del 10% del IMC puede mejorar significativamente la AOS.
Ejercicio físico regular: mejora la capacidad funcional y la calidad del sueño.
Evitar alcohol y sedantes: disminuyen el tono muscular faríngeo y empeoran la obstrucción.
Higiene del sueño: horarios regulares, ambiente tranquilo, evitar cenas copiosas.
Posicionamiento: evitar dormir en decúbito supino mediante técnicas posturales.
7.3 Control de factores de riesgo
Optimizar el tratamiento de la hipertensión arterial (HTA) .
Manejar adecuadamente la diabetes mellitus y la dislipemia .
Abordar de manera estructurada el tabaquismo .
7.4 Rol del médico de familia en CPAP
Aunque la indicación formal y la titulación de CPAP corresponden a las unidades de sueño, el médico de familia desempeña un rol esencial en:
Favorecer la adherencia resolviendo dudas y reforzando la motivación.
Detectar efectos secundarios frecuentes (sequedad nasal, irritación cutánea por mascarilla, molestias con el ruido).
Coordinar con la unidad de sueño la revisión y ajuste del tratamiento en caso de dificultades.
7.5 Revaloración periódica
Se recomienda una revisión periódica en consulta de Atención Primaria para valorar la evolución de síntomas, el control de comorbilidades y la necesidad de derivación si la situación clínica empeora.
Manejo inicial de la apnea obstructiva del sueño (AOS) en Atención Primaria
Área
Medidas
Educación Explicar la AOS, riesgos y beneficios del tratamiento, importancia de la adherencia
Medidas higiénico-dietéticas Pérdida de peso, ejercicio regular, evitar alcohol/sedantes, higiene del sueño, evitar decúbito supino
Control de factores de riesgo Optimizar HTA, diabetes, dislipemia y tabaquismo
Papel en CPAP Favorecer la adherencia, resolver dudas, detectar efectos secundarios, coordinar con unidad de sueño
Revaloración Seguimiento clínico y derivación si empeoran los síntomas o aparece comorbilidad
Abreviaturas: AOS: apnea obstructiva del sueño; HTA: hipertensión arterial; CPAP: presión positiva continua en la vía aérea.
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8. Qué debe saber el médico de familia sobre la CPAP
La presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) es el tratamiento de elección en pacientes con AOS moderada-grave. Aunque la prescripción y titulación inicial se realizan en las unidades de sueño, el médico de familia desempeña un papel central en su seguimiento y éxito a largo plazo.
8.1 Eficacia clínica
Reduce de forma significativa la somnolencia diurna y mejora la calidad de vida.
Disminuye el riesgo de accidentes de tráfico y laborales .
Mejora el control de la hipertensión arterial resistente .
Contribuye a reducir la morbimortalidad cardiovascular y metabólica.
8.2 Adherencia al tratamiento
La adherencia adecuada se define como el uso de CPAP durante ≥4 horas por noche en al menos el 70% de las noches. La educación inicial y el refuerzo continuado en Atención Primaria son determinantes para alcanzar estos objetivos.
8.3 Efectos secundarios frecuentes
Sequedad nasal o bucal: puede mejorar con humidificación.
Irritación cutánea: suele deberse a la mascarilla; ajustar modelo y tamaño.
Ruido del dispositivo: causa molestias a algunos pacientes y parejas.
Sensación de claustrofobia: más frecuente al inicio, mejora con habituación progresiva.
8.4 Rol del médico de familia
Reforzar la importancia del tratamiento y la adherencia.
Detectar y manejar efectos secundarios leves antes de que condicionen abandono.
Valorar periódicamente el control de comorbilidades (HTA, diabetes, enfermedad cardiovascular).
Coordinar con la unidad de sueño en casos de mala adherencia o fracaso terapéutico .
8.5 Cómo se pauta la CPAP
El objetivo de la CPAP es mantener abierta la vía aérea superior durante el sueño aplicando una presión positiva constante que elimine las apneas, normalice la oxigenación y mejore la calidad del sueño.
Indicaciones principales
Criterio Indicaciones de CPAP
IAH ≥30/h Siempre indicada (AOS grave)
IAH 15–29/h + síntomas o comorbilidad CV Indicada
IAH 5–14/h + somnolencia o HTA resistente Considerar
AOS leve sin repercusión Medidas higiénico-dietéticas + reevaluación
Abreviaturas: IAH = índice de apnea-hipopnea; HTA = hipertensión arterial; CV = cardiovascular.
Fase de titulación
Se realiza en la unidad de sueño mediante titulación manual o Auto-CPAP (autotitulable).
La presión terapéutica habitual se sitúa entre 6 y 12 cmH₂O .
La presión óptima es aquella que elimina apneas, ronquidos y desaturaciones sin causar despertares ni fugas.
Se elige mascarilla nasal, nasobucal o de almohadillas según tolerancia y morfología facial.
Seguimiento inicial
Revisión a las 2–4 semanas para evaluar adherencia y efectos secundarios .
Comprobar uso ≥4 h/noche y resolver molestias (humidificación, cambio de mascarilla, habituación progresiva).
Revisión a los 3 meses y luego anual o antes si persisten síntomas o problemas técnicos.
Actuaciones frecuentes en Atención Primaria
Situación Actuación recomendada
Mala tolerancia por fugas Revisar ajuste o cambiar mascarilla
Sequedad nasal o bucal Añadir humidificador o corticoide tópico suave
Persistencia de somnolencia Comprobar uso real y reevaluar presión
Fracaso de CPAP Considerar BiPAP o dispositivo de avance mandibular
Educación al paciente
Usar la CPAP todas las noches durante el sueño.
Mantener higiene del equipo (limpieza semanal con jabón neutro, cambio de filtros cada 1–3 meses).
Evitar dormir en decúbito supino y el consumo de alcohol o sedantes.
Consultar ante molestias, fugas o síntomas persistentes.
Seguimiento compartido
Unidad de sueño: diagnóstico, titulación y ajustes técnicos.
Atención Primaria: educación, adherencia, control de factores de riesgo y derivación ante complicaciones.
Puntos clave: La CPAP nunca se prescribe empíricamente sin diagnóstico confirmado. La presión debe ajustarse individualmente y verificarse su eficacia clínica y técnica. La educación continuada es esencial para la adherencia a largo plazo.
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9. Conclusiones y perlas clínicas para AP
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una entidad frecuente, infradiagnosticada y con gran repercusión clínica. El médico de familia tiene un papel esencial en su detección precoz, cribado, manejo inicial y seguimiento , contribuyendo de forma decisiva a mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes.
Perlas clínicas
Pensar en AOS ante ronquido habitual, apneas observadas y somnolencia diurna excesiva .
Utilizar herramientas sencillas de cribado como Epworth y STOP-BANG en consulta.
Cribar en pacientes con HTA resistente, obesidad, enfermedad cardiovascular o conductores profesionales.
La poligrafía respiratoria domiciliaria es la prueba más accesible desde AP.
Derivar con criterios claros: preferente en casos graves o de riesgo, programada en sospechas moderadas.
Iniciar desde AP medidas higiénico-dietéticas y de control de comorbilidades.
El médico de familia es clave para favorecer la adherencia a la CPAP y coordinar el seguimiento con las unidades de sueño.
Mensaje final: un abordaje sistemático y estructurado en Atención Primaria permite detectar precozmente la AOS , optimizar recursos sanitarios y reducir las complicaciones cardiovasculares y metabólicas asociadas.
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10. Bibliografía recomendada
Epstein LJ, Kristo D, Strollo PJ Jr, Friedman N, Malhotra A, Patil SP, et al. Clinical guideline for the evaluation, management and long-term care of obstructive sleep apnea in adults. J Clin Sleep Med . 2009;5(3):263-76. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19960649/
Qaseem A, Holty JE, Owens DK, Dallas P, Starkey M, Shekelle P; Clinical Guidelines Committee of the American College of Physicians. Management of obstructive sleep apnea in adults: a clinical practice guideline. Ann Intern Med . 2013;159(7):471-83. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24061345/
Sánchez-de-la-Torre M, Barbé F, Martínez-García MÁ. Diagnóstico y tratamiento del síndrome de apnea-hipopnea del sueño en adultos. Arch Bronconeumol . 2011;47(3):143-56. Disponible en: https://www.archbronconeumol.org/es-diagnostico-tratamiento-del-sindrome-apneas-hipopneas-articulo-S0300289611000238 Martínez-García MÁ, Sánchez-de-la-Torre M, Barbé F, Chiner E, Alonso-Álvarez ML, Masa JF, et al. Documento internacional de consenso sobre apnea obstructiva del sueño. Arch Bronconeumol. 2022;58(1):52–68. doi:10.1016/j.arbres.2021.05.018. Disponible en: https://www.archbronconeumol.org/es-documento-internacional-consenso-sobre-apnea-articulo-S0300289621001150
Patil SP, Ayappa IA, Caples SM, Kimoff RJ, Patel SR, Harrod CG. Treatment of adult obstructive sleep apnea with positive airway pressure: an American Academy of Sleep Medicine systematic review, meta-analysis, and GRADE assessment. J Clin Sleep Med . 2019;15(2):301-34. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30736887/
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11. Cuestionario de autoevaluación
Instrucciones: Selecciona una respuesta por pregunta y pulsa Corregir . Se mostrará tu puntuación total y la explicación de cada ítem. Pulsa Reiniciar para empezar de nuevo.
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