Ha llegado la Navidad y con ella
el ultimo post del año, en el que a todos los amigos y lectores del blog os
deseo que paséis unas muy felices fiestas y que podáis compartir muchos
momentos felices con vuestros familiares y amigos.
Llevamos unos años marcados por
la “crisis económica”, pero esperemos que estas fiestas, en las que como cada
año un sentimiento sin igual nos mueve a ser mejores, a desearnos parabienes, a
soñar con un mundo de paz y de amor, nos sirvan para recapacitar y darnos
cuenta que la “crisis económica” no es más que el síntoma de la enfermedad, que
el verdadero problema, la enfermedad, es una “crisis de valores”. Es muy claro,
o al menos a mi me lo parece, que vivimos en una sociedad demasiado egoísta,
hedonista, individualista, consumista, deshumanizada, capitalista, etc., en la
que, entre otros aspectos, las personas son valoradas de acuerdo con lo que
tienen sin importar cómo lo hayan conseguido. No nos damos cuenta, o más bien
no queremos darnos, de la cantidad de personas que viven en extrema pobreza en nuestro
país y en muchos otros lugares del mundo, como tampoco de la falta de
solidaridad y de justicia social entre los seres humanos. El tratamiento de la
crisis, por tanto, ha de ser ideológico, filosófico, y no exclusivamente
económico. Una cosa es la búsqueda de la eficiencia, de la racionalización de
los recursos, y otra muy distinta la aplicación de medidas, supuestamente
economicistas, populistas, que en muchos casos solo buscan titulares de prensa,
poco contrastadas y muy poco o nada justificadas y explicadas. Desde luego con recortes
poco argumentados y explicados en áreas como la sanidad o la educación, como por
ejemplo la tasa por receta, etc., no vamos a ningún sitio, y solo sirven para
desacreditar a los dirigentes que toman esas medidas y sembrar más desconfianza
en la clase política.
Os deseo que el nuevo año que
empieza sea un año cargado de luz y nuevos proyectos, un año en el que
mantengamos la ilusión por el aprendizaje, por adquirir nuevos conocimientos, y
en definitiva crecer como personas. Mantengamos la esperanza que la Atención
Primaria, entendida como una filosofía y no solamente como un nivel asistencial
o una estrategia de organización, esa que preconiza muchos de los valores que
ahora nos faltan, sea más importante que nunca.
¡Feliz Navidad y Feliz 2012!
Muchas gracias por tus deseos para todos.
ResponderEliminarPor mi parte te deseo mantener la capacidad y entusiasmo para mantener tu formativo Blog.
Un fuerte abrazo para ti y los tuyos