RESUMEN
La enfermedad celíaca (EC) es una enfermedad inflamatoria intestinal autoinmune secundaria a la ingestión de gluten. Es más frecuente en personas genéticamente predispuestos y portadores de los genes HLA-DQ2 y más infrecuentemente HLA-DQ8. Su prevalencia se estima en un 1% en Europa y América del Norte, estando muchos casos no diagnosticados. La forma de presentación clínica es muy variable, con una mayoría de casos oligosintomáticos y en adultos siendo frecuentes las manifestaciones extradigestivas. El diagnóstico se basa en la detección de anticuerpos IgA e IgG antitransglutaminasa y la confirmación diagnóstica en la biopsia duodenal que manifiestan linfocitosis intraepitelial y atrofia vellositaria. El tratamiento se basa en una dieta sin gluten durante toda la vida, excluyendo el trigo, centeno y cebada. El tratamiento mejora los síntomas, previene las complicaciones óseas (osteoporosis) y autoinmunes (tiroiditis, diabetes tipo 1, etc.). En caso de fracaso del régimen sin gluten, es necesario hacer una investigación dietética. Si el seguimiento de la dieta es estricto y las manifestaciones clínicas persisten, la toma de muestras endoscópicas deben repetirse para descartar una colitis microscópica asociada, una enfermedad celiaquía refractaria o un linfoma intestinal.INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista anatomopatológico, se manifiesta por atrofia de las vellosidades intestinales con aumento de los linfocitos intraepiteliales CD3 + CD8 + , expresando además la molécula CD103 (αEβ7) que favorece su interacción con el epitelio. Hay que distinguir la EC o intolerancia al gluten de la alergia al gluten y de la hipersensibilidad al gluten.
La alergia al gluten se ha descrito sobre todo en el contexto de las alergias alimentarias dependientes de un esfuerzo físico (FDEIA, food dependent exercise induced anaphylaxis ). Se exacerba por el ejercicio físico, que facilita la absorción intestinal de los alérgenos. Se trata de una reacción de hipersensibilidad inmediata mediada por las inmunoglobulinas E (IgE); se han detectado IgE específicas contra epítopos de la omega-5 gliadina y las gluteninas de alto peso molecular.
La hipersensibilidad al gluten se manifiesta por alteraciones funcionales digestivas que mejoran con la dieta sin gluten. Las IgA antigliadina se observan en menos del 8% de los pacientes, y los anticuerpos antitransglutaminasa, están ausentes.
En ninguno de estos casos existe en la biopsia de duodeno una atrofia de las vellosidades intestinales, lo que descarta el diagnóstico de EC.
ETIOLOGÍA
Las proteínas «tóxicas» para los pacientes son las proteínas del trigo, de la cebada y del centeno, muy ricas en glutamina (± 15%) y prolina (± 30%). La toxicidad de la avena, menos rica en estos aminoácidos, es controvertida, considerándose en la actualidad que este cereal es bien tolerado por la mayoría de los pacientes.
EPIDEMIOLOGÍA
La EC tiene dos picos de frecuencia, en la infancia y en la edad adulta. En la infancia, la edad de presentación podría depender de la edad de introducción del gluten en la dieta y de la lactancia materna. Los diagnósticos actuales se hacen en su mayoría en la edad adulta, y las formas de presentación tardía están en constante aumento, con un 20% de casos diagnosticados después de los 60 años. Esta enfermedad es 2-3 veces más frecuente en la mujer.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las formas atípicas, oligosintomaticas o silenciosas representan en la actualidad las formas más frecuentes de presentación en el adulto. El diagnóstico de EC puede sospecharse ante un aumento de las transaminasas, una hepatopatía inexplicada, una anemia por carencia de hierro, de folatos o de vitamina B 12 aislada, una aftosis bucal recidivante o incluso trastornos funcionales intestinales. Algunos casos de síndrome del intestino irritable, con diarrea y exploraciones endoscópicas e histológicas normales, también podrían ser secundarios a una EC latente. Entre los pacientes diagnosticados por primera vez en EEUU, alrededor del 30% tiene sobrepeso. Las manifestaciones extradigestivas suelen ser frecuentes, como una desmineralización ósea difusa o artralgias. Así, una EC asintomática se ha observado en el 1-5% de los pacientes afectados por una osteoporosis idiopática, que puede ser la única manifestación de la malabsorción intestinal del calcio y de la vitamina D. En ocasiones, sólo los trastornos neurológicos (epilepsia, neuropatía periférica de origen carencial, migraña o ataxia cerebelosa) o incluso una miocardiopatía dilatada idiopática pueden revelar la enfermedad. Los trastornos de la reproducción (amenorrea, infertilidad o abortos de repetición) son frecuentes en la enfermedad celíaca. Así, en casi el 1,2% de las mujeres embarazadas sometidas a una detección sistemática se diagnosticó una EC hasta entonces ignorada y responsable de abortos de repetición o de hipotrofia fetal en más del 50% de los casos. Sin embargo, en un estudio reciente se sugiere que la hipofertilidad no es más frecuente en la EC, con excepción de las pacientes de 25-29 años, en las que el riesgo está ligeramente aumentado. Existe un mayor riesgo de EC en los familiares de primer grado de pacientes celíacos (10%), en los pacientes afectados por una dermatitis herpetiforme u otras enfermedades autoinmunitarias (diabetes, tiroiditis, cirrosis biliar primaria, alopecia, psoriasis, vitíligo, ataxia, etc.). En alrededor del 20% de los pacientes se observan enfermedades autoinmunitarias, principalmente tiroiditis autoinmunitaria y diabetes tipo 1. Además, con frecuencia se observan los factores de susceptibilidad HLA-DQ2/DQ8 de la EC.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico debe confirmarse, antes de la prescripción de una dieta sin gluten que va a durar toda la vida, mediante una endoscopia digestiva alta con biopsias duodenales. Debido a la heterogeneidad de la distribución y a la intensidad de las lesiones histológicas, conviene tomar cuatro biopsias en la segunda porción del duodeno y dos biopsias en el bulbo. Las lesiones intestinales predominan en la parte proximal del intestino delgado. La clasificación de Marsh modificada por Oberhuber reconoce, además de las lesiones graves clásicas de atrofia de vellosidades grave (Marsh IIIb-IIIc), lesiones de atrofia de vellosidades parcial (Marsh IIIa) y, en algunos pacientes, lesiones sutiles limitadas a un aumento del tamaño de las criptas y del número de los linfocitos intraepiteliales (LIE) (Marsh II), o una linfocitosis intraepitelial aislada (Marsh I). Esta clasificación de Marsh se ha tenido en cuenta para definir las diversas formas de EC. Así, las formas latentes, detectadas en personas de riesgo mediante las pruebas serológicas, son formas asintomáticas y sin atrofia vellositaria, aunque a menudo se asocian a un aumento de los LIE (Marsh I). La hipótesis de una correlación entre la gravedad de las lesiones mucosas y la intensidad del síndrome de malabsorción y de los síntomas clínicos sería atractiva, pero no hay estudios que la confirmen, con excepción de una edad de presentación más tardía de las formas con atrofia vellositaria parcial (Marsh IIIa). Es posible que el uso de técnicas como la videocápsula permita apreciar mejor la extensión y la intensidad de las lesiones intestinales.
El estudio del HLA tiene esencialmente un valor predictivo negativo. En este sentido, la detección de un haplotipo de riesgo (HLA-DQ2/8) no permite confirmar el diagnóstico de EC por su gran frecuencia en la población general (± 35%), pero su ausencia permite descartar el EC.
Después de establecer el diagnóstico, otras exploraciones son necesarias para completar el estudio del síndrome de malabsorción y detectar posibles complicaciones: hemograma, determinación del hierro sérico y de la saturación de la transferrina, ácido fólico vitamina B12 , estudio de la coagulación (tiempo de protrombina ), calcemia y magnesemia, vitamina D, pruebas hepáticas en busca de una hepatopatía asociada. En cambio, las pruebas de absorción, el tránsito del intestino delgado, la colonoscopia o la tomografía computarizada (TC) rara vez son necesarios. La densitometría ósea sistemática se efectúa para descartar una osteopenia u osteoporosis.
TRATAMIENTO
En la fase inicial del tratamiento suelen ser necesarios suplementos de hierro, folatos, calcio y vitamina D.
Habitualmente, la dieta sin gluten provoca una disminución rápida del síndrome de malabsorción, mejora los síntomas más comunes (diarrea, dolor abdominal, distensión), la anemia y las aftas. La dieta sin gluten permite la regresión parcial o completa de la desmineralización ósea y es, sin duda alguna, un argumento para justificar y motivar a seguir un régimen estricto, en particular a pacientes con pocos signos y a adolescentes en período de crecimiento. El aumento de las transaminasas, asociado a la EC, experimenta una regresión total en el 90% de los casos al cabo de 1 año de exclusión del gluten. La biopsia hepática sólo se requiere si fracasa un régimen cuyo cumplimiento ha sido estricto. Incluso algunos casos de hepatopatías graves asociadas a una EC y que justificaban un trasplante hepático tuvieron una mejoría notable con una dieta sin gluten. Los trastornos neurológicos centrales, como ataxia o migraña, o periféricos de tipo neuropatía también mejorarían con la exclusión del gluten.
La eficacia de la dieta sin gluten se aprecia 1-3 meses por la mejoría clínica y en las pruebas de laboratorio y por la regresión de las alteraciones histológicas y la negativización de los anticuerpos específicos tras 12 meses de dieta. Aunque la mejoría clínica es rápida, la atrofia vellositaria no regresa en general antes de los 12-24 meses. Si en el momento del diagnóstico ya existía una osteopenia grave, se recomienda efectuar un control de la remineralización ósea mediante densitometría después de más de 1 año de dieta. La dieta sin gluten debe seguirse durante toda la vida, pues previene en parte el riesgo de complicaciones óseas y el desarrollo de enfermedades autoinmunitarias y de complicaciones malignas.
Las exigencias de la dieta sin gluten son causa de una mala adherencia por parte de numerosos pacientes, que preferirían una alternativa más flexible. Los estudios patogénicos sugieren numerosas dianas potenciales, como las estrategias de desintoxicación del trigo, el uso de inhibidores de zonulina para reforzar la permeabilidad paracelular, de los inhibidores de la antiTG o incluso de los análogos peptídicos que se enlazan de forma competitiva a las moléculas HLA-DQ2/DQ8 para bloquear la unión de los péptidos inmunoestimulantes del gluten y la activación linfocítica T. Una de las pistas más prometedoras sería la de las proteasas. En un ensayo clínico se demuestra que, por el momento, su uso sólo permitiría cubrir la ingestión diaria de 2 g de gluten.
SEGUIMIENTO Y COMPLICACIONES
El fracaso de la dieta sin gluten verdadero obliga a reevaluar el diagnóstico inicial de EC y descartar otra causa de atrofia vellositaria, como las deficiencias inmunitarias comunes variables, las enteropatías autoinmunitarias o esprúes tropicales, enteropatía asociada al uso de olmesartán. La calidad del seguimiento de la dieta puede verificarse mediante la anamnesis exhaustiva de la dieta y las pruebas serológicas, que deben negativizarse. Sin embargo, la negatividad de estas pruebas no permite descartar errores ocasionales o menores que pueden bastar para que persistan las lesiones intestinales. Una buena regla es verificar, después de 1 año de dieta sin gluten, la eficacia de éste mediante biopsias intestinales que permiten controlar la regeneración de las vellosidades Si la diarrea persiste a pesar de la regresión de la atrofia vellositaria, hay que buscar una causa asociada, en particular una colitis colágena o linfocítica. Esta colitis microscópica no siempre mejora con la dita sin gluten, pero un tratamiento específico con aminosalicilatos o corticoides puede ser beneficioso.
El control mediante biopsia asociado a un estudio exhaustivo es indispensable si los síntomas persisten o se reanudan en un paciente que aparentemente cumple su dieta sin gluten de forma correcta. Un pequeño número de pacientes desarrolla, ya sea de entrada o de forma secundaria al cabo de varios años, una resistencia a la dieta sin gluten. Ésta debe hacer sospechar la aparición de una complicación maligna: linfoma o adenocarcinoma. El riesgo de linfoma, a pesar de haber sido sobrevalorado en los primeros estudios publicados, sigue siendo alto y quizá esté multiplicado por seis en relación con la población general.
En ausencia de un tumor maligno y si existe una atrofia vellositaria, se trata de una «celiaquía refractaria», de la cual se distinguen dos tipos;
- La enfermedad celíaca refractaria de tipo I (ECR I) se caracteriza por linfocitos intestinales de fenotipo normal sin una población clonal detectable. La investigación dietética es extremadamente importante, pues nada distingue a estos pacientes de los que tienen una EC activa, salvo la ausencia de respuesta a la dieta sin gluten. Estos pacientes responden en general a un tratamiento con corticoides o inmunosupresores, pero también están expuestos al riesgo de desarrollar un linfoma.
- La ECR II se considera como un linfoma de bajo grado, intraepitelial, caracterizado por una expansión de pequeños LIE de fenotipo anormal (ausencia de receptor T, CD3s – , CD8 – , CD103 + ). Se convierte en linfoma T de alto grado en el 30-50% de los casos a los 5 años y su pronóstico es sombrío, con un 50% de pacientes vivos 5 años después del diagnóstico. Éste no es sencillo y requiere sobre todo estudios inmunohistoquímicos, fenotípicos y de biología molecular (reacción en cadena de la polimerasa [PCR] múltiple) muy especializados. Desde el intestino delgado proximal, los LIE anormales de la celiaquía refractaria pueden propagarse al resto del tubo digestivo (intestino delgado distal, estómago, colon), circular por la sangre y localizarse en la médula ósea, así como en diversos epitelios (piel, pulmones, senos paranasales) debido a su tropismo epitelial. El mal pronóstico se debe a la malnutrición y a la ausencia de un tratamiento eficaz. Los corticoides y los inmunosupresores sólo tienen un efecto terapéutico parcial y provisional, que induce a buscar nuevas estrategias terapéuticas como un tratamiento por quimioterapia-autoinjerto (en desarrollo) o terapia dirigida mediante anti-IL-15, ya que esta citocina hace que los LIE anormales de la ECR II se conviertan en resistentes a la apoptosis. El objetivo de estos tratamientos consiste en curar a los pacientes con ECR II y prevenir la aparición de linfomas T de alto grado, entidad denominada linfoma T asociado a enteropatía (LTAE). Estos linfomas T de alto grado son infrecuentes (incidencia estimada entre 0,22-1,9/100.000 habitantes), pero de pronóstico sumamente sombrío, con una supervivencia que no supera el 20% a los 5 años del diagnóstico. El LTAE puede diagnosticarse con motivo de una urgencia quirúrgica y revelar la EC. Por el contrario, en caso de EC conocida, el linfoma debe buscarse ante una resistencia a la dieta sin gluten, y su diagnóstico puede ser difícil. En la actualidad, se basa en la enteroscopia, la TC toracoabdominal, la tomografía por emisión de positrones (PET) e incluso la laparotomía y/o la laparoscopia exploratorias. Para confirmar el diagnóstico se requiere, como mínimo, la revisión del estudio patológico por un experto, y los tratamientos deben discutirse en reunión de concertación multidisciplinar. El enfoque multidisciplinar ha permitido detectar complicaciones hematológicas más inusuales de la EC, como las leucemias de tipo LGL (leucemia de linfocitos grandes granulares) que infiltran la mucosa intestinal de los pacientes celíacos y otorgan un carácter de resistencia o, con mucha menos frecuencia, las linfoproliferaciones T CD4 +. La dieta sin gluten disminuye el riesgo de las complicaciones linfomatosas, ya que el riesgo de desarrollar un linfoma es cuatro veces menor en los pacientes que siguen una dieta estricta.
A TENER EN CUENTA
- Las múltiples presentaciones de la EC, además de las formas oligosintomaticas, convierten a la EC en una enfermedad difícil de diagnosticar a pesar de su frecuencia.
- La detección debe dirigirse a grupos de riesgo, como los hijos de las personas afectadas por una EC o los pacientes que padecen enfermedades autoinmunitarias.
- Los criterios diagnósticos se basan en las pruebas serológicas y la demostración de lesiones histológicas en las biopsias duodenales. Estos criterios permiten, sobre todo, distinguir los casos de hipersensibilidad al gluten, un motivo cada vez más frecuente de consulta en gastroenterología.
- La dieta sin gluten es el único tratamiento de la EC.
- Las complicaciones malignas asociadas a la EC, principalmente las linfoproliferaciones T intestinales, son infrecuentes pero potencialmente muy graves.
- La resistencia a la dieta sin gluten obliga a repetir las exploraciones endoscópicas y radiológicas y descartar:
- Una observancia parcial de la dista sin gluten Un error diagnóstico; excluir las demás causas de atrofia vellositaria: déficit inmunitario común variable, enteropatía autoinmunitaria, esprúe tropical, enteropatía asociada al uso de olmesartán.
- Una colitis microscópica.
- Un adenocarcinoma del intestino delgado, una celiaquía refractaria, síndrome linfoproliferativos intestinales.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
- Aaltonen K, Laurikka P, Huhtala H, et al. The Long-Term Consumption of Oats in Celiac Disease Patients Is Safe: A Large Cross-Sectional Study. Nutrients 2017; 9.
- Abdulkarim AS, Burgart LJ, See J, Murray JA. Etiology of nonresponsive celiac disease: results of a systematic approach. Am J Gastroenterol 2002; 97:2016.
- Abrams JA, Brar P, Diamond B, et al. Utility in clinical practice of immunoglobulin a anti-tissue transglutaminase antibody for the diagnosis of celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2006; 4:726.
- Al-Toma A, Goerres MS, Meijer JW, et al. Cladribine therapy in refractory celiac disease with aberrant T cells. Clin Gastroenterol Hepatol 2006; 4:1322.
- Al-Toma A, Verbeek WH, Hadithi M, et al. Survival in refractory coeliac disease and enteropathy-associated T-cell lymphoma: retrospective evaluation of single-centre experience. Gut 2007; 56:1373.
- Bagdi E, Diss TC, Munson P, Isaacson PG. Mucosal intra-epithelial lymphocytes in enteropathy-associated T-cell lymphoma, ulcerative jejunitis, and refractory celiac disease constitute a neoplastic population. Blood 1999; 94:260.
- Baker AL, Rosenberg IH. Refractory sprue: recovery after removal of nongluten dietary proteins. Ann Intern Med 1978; 89:505.
- Bayless TM, Kapelowitz RF, Shelley WM, et al. Intestinal ulceration--a complication of celiac disease. N Engl J Med 1967; 276:996.
- Brar P, Lee S, Lewis S, et al. Budesonide in the treatment of refractory celiac disease. Am J Gastroenterol 2007; 102:2265.
- Bürgin-Wolff A, Gaze H, Hadziselimovic F, et al. Antigliadin and antiendomysium antibody determination for coeliac disease. Arch Dis Child 1991; 66:941.
- Casella S, Zanini B, Lanzarotto F, et al. Celiac disease in elderly adults: clinical, serological, and histological characteristics and the effect of a gluten-free diet. J Am Geriatr Soc 2012; 60:1064.
- Cellier C, Delabesse E, Helmer C, et al. Refractory sprue, coeliac disease, and enteropathy-associated T-cell lymphoma. French Coeliac Disease Study Group. Lancet 2000; 356:203.
- Chorzelski TP, Beutner EH, Sulej J, et al. IgA anti-endomysium antibody. A new immunological marker of dermatitis herpetiformis and coeliac disease. Br J Dermatol 1984; 111:395.
- Collin P, Mäki M, Keyriläinen O, et al. Selective IgA deficiency and coeliac disease. Scand J Gastroenterol 1992; 27:367.
- Cooke WT, Holmes GK. Clinical presentation. In: Coeliac Disease, Cooke WT, Holmes GK (Eds), Churchill Livingston, London 1984. p.90.
- Corrao G, Corazza GR, Bagnardi V, et al. Mortality in patients with coeliac disease and their relatives: a cohort study. Lancet 2001; 358:356.
- Cosnes J, Cellier C, Viola S, et al. Incidence of autoimmune diseases in celiac disease: protective effect of the gluten-free diet. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:753.
- Daum S, Ipczynski R, Heine B, et al. Therapy with budesonide in patients with refractory sprue. Digestion 2006; 73:60.
- De Leo L, Quaglia S, Ziberna F, et al. Serum anti-tissue transglutaminase antibodies detected during febrile illness may not be produced by the intestinal mucosa. J Pediatr 2015; 166:761.
- Dewar DH, Donnelly SC, McLaughlin SD, et al. Celiac disease: management of persistent symptoms in patients on a gluten-free diet. World J Gastroenterol 2012; 18:1348.
- Dieterich W, Ehnis T, Bauer M, et al. Identification of tissue transglutaminase as the autoantigen of celiac disease. Nat Med 1997; 3:797.
- Egan LJ, Walsh SV, Stevens FM, et al. Celiac-associated lymphoma. A single institution experience of 30 cases in the combination chemotherapy era. J Clin Gastroenterol 1995; 21:123.
- Fine KD, Meyer RL, Lee EL. The prevalence and causes of chronic diarrhea in patients with celiac sprue treated with a gluten-free diet. Gastroenterology 1997; 112:1830.
- Gao Y, Kristinsson SY, Goldin LR, et al. Increased risk for non-Hodgkin lymphoma in individuals with celiac disease and a potential familial association. Gastroenterology 2009; 136:91.
- Green PH, Fleischauer AT, Bhagat G, et al. Risk of malignancy in patients with celiac disease. Am J Med 2003; 115:191.
- Green PH, Yang J, Cheng J, et al. An association between microscopic colitis and celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2009; 7:1210.
- Grodzinsky E, Hed J, Skogh T. IgA antiendomysium antibodies have a high positive predictive value for celiac disease in asymptomatic patients. Allergy 1994; 49:593.
- Hadithi M, Mallant M, Oudejans J, et al. 18F-FDG PET versus CT for the detection of enteropathy-associated T-cell lymphoma in refractory celiac disease. J Nucl Med 2006; 47:1622.
- Hall NJ, Rubin G, Charnock A. Systematic review: adherence to a gluten-free diet in adult patients with coeliac disease. Aliment Pharmacol Ther 2009; 30:315.
- Herman ML, Rubio-Tapia A, Lahr BD, et al. Patients with celiac disease are not followed up adequately. Clin Gastroenterol Hepatol 2012; 10:893.
- Hopper AD, Cross SS, Hurlstone DP, et al. Pre-endoscopy serological testing for coeliac disease: evaluation of a clinical decision tool. BMJ 2007; 334:729.
- Hopper AD, Hadjivassiliou M, Hurlstone DP, et al. What is the role of serologic testing in celiac disease? A prospective, biopsy-confirmed study with economic analysis. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:314.
- Husby S, Murray JA, Katzka DA. AGA Clinical Practice Update on Diagnosis and Monitoring of Celiac Disease-Changing Utility of Serology and Histologic Measures: Expert Review. Gastroenterology 2019; 156:885.
- Husby S, Murray JA, Katzka DA. AGA Clinical Practice Update on Diagnosis and Monitoring of Celiac Disease-Changing Utility of Serology and Histologic Measures: Expert Review. Gastroenterology 2019; 156:885.
- Isaacson PG. Intestinal lymphoma and enteropathy. J Pathol 1995; 177:111.
- Japelj N, Suligoj T, Zhang W, et al. Natural variants of α-gliadin peptides within wheat proteins with reduced toxicity in coeliac disease. Br J Nutr 2020; 123:1382.
- Kapuscinska A, Zalewski T, Chorzelski TP, et al. Disease specificity and dynamics of changes in IgA class anti-endomysial antibodies in celiac disease. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1987; 6:529.
- Kaukinen K, Partanen J, Mäki M, Collin P. HLA-DQ typing in the diagnosis of celiac disease. Am J Gastroenterol 2002; 97:695.
- Kelly CP, Feighery CF, Gallagher RB, et al. Mucosal and systemic IgA anti-gliadin antibody in celiac disease. Contrasting patterns of response in serum, saliva, and intestinal secretions. Dig Dis Sci 1991; 36:743.
- Kelly CP. Coeliac disease: Non-invasive tests to screen for gluten sensitive enteropathy and to monitor response to dietary therapy, Dublin University, Trinity College, Dublin 1995.
- Kilander AF, Nilsson LA, Gillberg R. Serum antibodies to gliadin in coeliac disease after gluten withdrawal. Scand J Gastroenterol 1987; 22:29.
- Kumar V, Lerner A, Valeski JE, et al. Endomysial antibodies in the diagnosis of celiac disease and the effect of gluten on antibody titers. Immunol Invest 1989; 18:533.
- Leffler D, Schuppan D, Pallav K, et al. Kinetics of the histological, serological and symptomatic responses to gluten challenge in adults with coeliac disease. Gut 2013; 62:996.
- Leffler DA, Dennis M, Hyett B, et al. Etiologies and predictors of diagnosis in nonresponsive celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2007; 5:445.
- Leffler DA, Edwards George JB, Dennis M, et al. A prospective comparative study of five measures of gluten-free diet adherence in adults with coeliac disease. Aliment Pharmacol Ther 2007; 26:1227.
- Leffler DA, Kelly CP, Green PH, et al. Larazotide acetate for persistent symptoms of celiac disease despite a gluten-free diet: a randomized controlled trial. Gastroenterology 2015; 148:1311.
- Lo A, Guelrud M, Essenfeld H, Bonis P. Classification of villous atrophy with enhanced magnification endoscopy in patients with celiac disease and tropical sprue. Gastrointest Endosc 2007; 66:377.
- Ludvigsson JF, Leffler DA, Bai JC, et al. The Oslo definitions for coeliac disease and related terms. Gut 2013; 62:43.
- Ludvigsson JF, Montgomery SM, Ekbom A. Celiac disease and risk of adverse fetal outcome: a population-based cohort study. Gastroenterology 2005; 129:454.
- Malamut G, Afchain P, Verkarre V, et al. Presentation and long-term follow-up of refractory celiac disease: comparison of type I with type II. Gastroenterology 2009; 136:81.
- Marsh MN. Gluten, major histocompatibility complex, and the small intestine. A molecular and immunobiologic approach to the spectrum of gluten sensitivity ('celiac sprue'). Gastroenterology 1992; 102:330.
- Mauriño E, Niveloni S, Cherñavsky A, et al. Azathioprine in refractory sprue: results from a prospective, open-label study. Am J Gastroenterol 2002; 97:2595.
- McCashland TM, Donovan JP, Strobach RS, et al. Collagenous enterocolitis: a manifestation of gluten-sensitive enteropathy. J Clin Gastroenterol 1992; 15:45.
- Meyer D, Stavropolous S, Diamond B, et al. Osteoporosis in a north american adult population with celiac disease. Am J Gastroenterol 2001; 96:112.
- Mulder CJ, Wahab PJ, Moshaver B, Meijer JW. Refractory coeliac disease: a window between coeliac disease and enteropathy associated T cell lymphoma. Scand J Gastroenterol Suppl 2000; :32.
- Mustalahti K, Collin P, Sievänen H, et al. Osteopenia in patients with clinically silent coeliac disease warrants screening. Lancet 1999; 354:744.
- Nasr I, Nasr I, Beyers C, et al. Recognising and Managing Refractory Coeliac Disease: A Tertiary Centre Experience. Nutrients 2015; 7:9896.
- Olaussen RW, Løvik A, Tollefsen S, et al. Effect of elemental diet on mucosal immunopathology and clinical symptoms in type 1 refractory celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2005; 3:875.
- Pallav K, Xu H, Leffler DA, et al. Immunoglobulin A deficiency in celiac disease in the United States. J Gastroenterol Hepatol 2016; 31:133.
- Pink IJ, Creamer B. Response to a gluten-free diet of patients with the coeliac syndrome. Lancet 1967; 1:300.
- Pinto-Sánchez MI, Causada-Calo N, Bercik P, et al. Safety of Adding Oats to a Gluten-Free Diet for Patients With Celiac Disease: Systematic Review and Meta-analysis of Clinical and Observational Studies. Gastroenterology 2017; 153:395.
- Prince HE. Evaluation of the INOVA diagnostics enzyme-linked immunosorbent assay kits for measuring serum immunoglobulin G (IgG) and IgA to deamidated gliadin peptides. Clin Vaccine Immunol 2006; 13:150.
- Rashtak S, Ettore MW, Homburger HA, Murray JA. Comparative usefulness of deamidated gliadin antibodies in the diagnosis of celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:426.
- Ravelli A, Bolognini S, Gambarotti M, Villanacci V. Variability of histologic lesions in relation to biopsy site in gluten-sensitive enteropathy. Am J Gastroenterol 2005; 100:177.
- Rokkas T, Niv Y. The role of video capsule endoscopy in the diagnosis of celiac disease: a meta-analysis. Eur J Gastroenterol Hepatol 2012; 24:303.
- Rolny P, Sigurjonsdottir HA, Remotti H, et al. Role of immunosuppressive therapy in refractory sprue-like disease. Am J Gastroenterol 1999; 94:219.
- Rostami K, Kerckhaert J, Tiemessen R, et al. Sensitivity of antiendomysium and antigliadin antibodies in untreated celiac disease: disappointing in clinical practice. Am J Gastroenterol 1999; 94:888.
- Rubio-Tapia A, Hill ID, Kelly CP, et al. ACG clinical guidelines: diagnosis and management of celiac disease. Am J Gastroenterol 2013; 108:656.
- Rubio-Tapia A, Hill ID, Semrad C, et al. American College of Gastroenterology Guidelines Update: Diagnosis and Management of Celiac Disease. Am J Gastroenterol 2023; 118:59.
- Rubio-Tapia A, Hill ID, Semrad C, et al. American College of Gastroenterology Guidelines Update: Diagnosis and Management of Celiac Disease. Am J Gastroenterol 2023; 118:59.
- Rubio-Tapia A, Kyle RA, Kaplan EL, et al. Increased prevalence and mortality in undiagnosed celiac disease. Gastroenterology 2009; 137:88.
- Rubio-Tapia A, Van Dyke CT, Lahr BD, et al. Predictors of family risk for celiac disease: a population-based study. Clin Gastroenterol Hepatol 2008; 6:983.
- Sarna VK, Lundin KEA, Mørkrid L, et al. HLA-DQ-Gluten Tetramer Blood Test Accurately Identifies Patients With and Without Celiac Disease in Absence of Gluten Consumption. Gastroenterology 2018; 154:886.
- Schmitz J. Lack of oats toxicity in coeliac disease. BMJ 1997; 314:159.
- Schuppan D, Mäki M, Lundin KEA, et al. A Randomized Trial of a Transglutaminase 2 Inhibitor for Celiac Disease. N Engl J Med 2021; 385:35.
- Scott EM, Gaywood I, Scott BB. Guidelines for osteoporosis in coeliac disease and inflammatory bowel disease. British Society of Gastroenterology. Gut 2000; 46 Suppl 1:i1.
- Shah VH, Rotterdam H, Kotler DP, et al. All that scallops is not celiac disease. Gastrointest Endosc 2000; 51:717.
- Shidrawi RG, Day P, Przemioslo R, et al. In vitro toxicity of gluten peptides in coeliac disease assessed by organ culture. Scand J Gastroenterol 1995; 30:758.
- Sturgess R, Day P, Ellis HJ, et al. Wheat peptide challenge in coeliac disease. Lancet 1994; 343:758.
- Sugai E, Vázquez H, Nachman F, et al. Accuracy of testing for antibodies to synthetic gliadin-related peptides in celiac disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2006; 4:1112.
- Sulkanen S, Halttunen T, Laurila K, et al. Tissue transglutaminase autoantibody enzyme-linked immunosorbent assay in detecting celiac disease. Gastroenterology 1998; 115:1322.
- Swallow K, Wild G, Sargur R, et al. Quality not quantity for transglutaminase antibody 2: the performance of an endomysial and tissue transglutaminase test in screening coeliac disease remains stable over time. Clin Exp Immunol 2013; 171:100.
- Tack GJ, van Asseldonk DP, van Wanrooij RL, et al. Tioguanine in the treatment of refractory coeliac disease--a single centre experience. Aliment Pharmacol Ther 2012; 36:274.
- Tonutti E, Visentini D, Bizzaro N, et al. The role of antitissue transglutaminase assay for the diagnosis and monitoring of coeliac disease: a French-Italian multicentre study. J Clin Pathol 2003; 56:389.
- Trier JS, Falchuk ZM, Carey MC, Schreiber DS. Celiac sprue and refractory sprue. Gastroenterology 1978; 75:307.
- Troncone R, Greco L, Mayer M, et al. Latent and potential coeliac disease. Acta Paediatr Suppl 1996; 412:10.
- Troncone R, Maurano F, Rossi M, et al. IgA antibodies to tissue transglutaminase: An effective diagnostic test for celiac disease. J Pediatr 1999; 134:166.
- Tursi A, Brandimarte G, Giorgetti G. High prevalence of small intestinal bacterial overgrowth in celiac patients with persistence of gastrointestinal symptoms after gluten withdrawal. Am J Gastroenterol 2003; 98:839.
- Uibo O, Uibo R, Kleimola V, et al. Serum IgA anti-gliadin antibodies in an adult population sample. High prevalence without celiac disease. Dig Dis Sci 1993; 38:2034.
- Unsworth DJ, Brown DL. Serological screening suggests that adult coeliac disease is underdiagnosed in the UK and increases the incidence by up to 12%. Gut 1994; 35:61.
- US Preventive Services Task Force, Bibbins-Domingo K, Grossman DC, et al. Screening for Celiac Disease: US Preventive Services Task Force Recommendation Statement. JAMA 2017; 317:1252.
- Vahdani K, Rose GE. The Presentation and Surgical Treatment of Peribulbar Dermolipomas. Ophthalmic Plast Reconstr Surg 2021; 37:226.
- Vahedi K, Mascart F, Mary JY, et al. Reliability of antitransglutaminase antibodies as predictors of gluten-free diet compliance in adult celiac disease. Am J Gastroenterol 2003; 98:1079.
- Vaidya A, Bolanos J, Berkelhammer C. Azathioprine in refractory sprue. Am J Gastroenterol 1999; 94:1967.
- Valeski JE, Kumar V, Beutner EH, et al. Immunology of celiac disease: tissue and species specificity of endomysial and reticulin antibodies. Int Arch Allergy Appl Immunol 1990; 93:1.
- Van Weyenberg SJ, Meijerink MR, Jacobs MA, et al. MR enteroclysis in refractory celiac disease: proposal and validation of a severity scoring system. Radiology 2011; 259:151.
- Ventura A, Magazzù G, Greco L. Duration of exposure to gluten and risk for autoimmune disorders in patients with celiac disease. SIGEP Study Group for Autoimmune Disorders in Celiac Disease. Gastroenterology 1999; 117:297.
- Verbeek WH, Mulder CJ, Zweegman S. Alemtuzumab for refractory celiac disease. N Engl J Med 2006; 355:1396.
- Vivas S, Ruiz de Morales JM, Ramos F, Suárez-Vilela D. Alemtuzumab for refractory celiac disease in a patient at risk for enteropathy-associated T-cell lymphoma. N Engl J Med 2006; 354:2514.
- Volta U, Caio G, Giancola F, et al. Features and Progression of Potential Celiac Disease in Adults. Clin Gastroenterol Hepatol 2016; 14:686.
- Walters JR, Banks LM, Butcher GP, Fowler CR. Detection of low bone mineral density by dual energy x ray absorptiometry in unsuspected suboptimally treated coeliac disease. Gut 1995; 37:220.
- West J, Logan RF, Smith CJ, et al. Malignancy and mortality in people with coeliac disease: population based cohort study. BMJ 2004; 329:716.
- Zanini B, Lanzarotto F, Mora A, et al. Five year time course of celiac disease serology during gluten free diet: results of a community based "CD-Watch" program. Dig Liver Dis 2010; 42:865.
Comentarios
Publicar un comentario
Este es un blog dirigido a profesionales sanitarios. Los comentarios están sujetos a moderación por el autor antes de su publicación, no admitiéndose publicidad, comentarios no profesionales, no fundamentados científicamente, ni aquellos que resulte inapropiados u ofensivos, etc. Tampoco, en ningún caso a través del blog o correo electrónico, se atenderán casos clínicos particulares ni se dará información personalizada. Si algún paciente desea ser atendido en consulta puede solicitar cita en el teléfono indicado para tal fin.