¿Qué es el QFD?

La traducción literal al español de QFD (Despliegue de la Función de Calidad) no ayuda en lo más mínimo a responder esta pregunta. Tampoco en la bibliografía  existe una respuesta única. Tampoco es fácil separar qué es el QFD de para qué sirve el QFD.

Para aquellos que estéis interesados en introduciros en las bases de la metodología del QFD os facilito el artículo titulado ¿Qué es el QFD?: Descifrando el despliegue de la función de calidad. Articulo elaborado por la Asociación Latinoamericana de QFD, en el que se recopilan algunas definiciones útiles que expertos en QFD han publicado en diferentes libros, artículos e investigaciones.

En este otro articulo, El diseño de la calidad: despliegue funcional de la calidad, se analizan los beneficios de la metodología QFD y las etapas en el diseño de la matriz de plantificación QFD.

A través del QFD, todo el personal de una organización puede entender lo que es realmente importante para los clientes (usuarios, paciente) y trabajar para cumplirlo. El QFD le permite a una organización entender las prioridades  de sus clientes y encontrar respuestas innovadoras a esas necesidades, a través de la mejora continua de los productos y servicios que oferta, haciendo compatible  la calidad científico-técnica y la máxima satisfacción del usuario. En esencia, el QFD es una herramienta que recalca el uso del método científico para trasladar la voz y necesidades del cliente al diseño de servicios y en parámetros objetivos de calidad.

Para aquellos que sigáis interesados y os animéis a seguir profundizando, otro problema  con el que frecuentemente nos encontramos, es el diseño de la matriz de relaciones. Os dejo un enlace a  una matriz configurada en una hoja de Excel que contiene un ejemplo, aunque no es sanitario, y una matriz QFD en blanco desarrollada por la Asociación Latinoamericana de QFD y que se distribuye gratuitamente. También os dejo otra matriz QFD en blanco de elaboración propia y un ejemplo de matriz QFD aplicado a la formación continuada.                                                                                                                         

Y no olvidéis: La razón de ser de cualquier servicio sanitario, sea público o privado, son sus clientes (pacientes, usuarios, ciudadanos o como queráis llamarlos). La organización que no se preocupa de su cliente está condenada a desaparecer.

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